La administración de la justicia ha ido evolucionando muy poco a poco durante las últimas décadas. Con la irrupción de tecnologías como la automatización y la inteligencia artificial generativa se abre un mundo de posibilidades, no solo en el ámbito judicial, sino en los bufetes de abogados. Esto debería suponer procesos judiciales más rápidos y un mejor asesoramiento por parte de estos bufetes.
Durante los últimos años hemos visto como la tecnología ha introducido cambios de cara a agilizar la justicia. Ya se dispone de sistemas de gestión que permiten tener una trazabilidad de las causas judiciales y que además reducen el uso de papel al disponer de los documentos en formato electrónico. Por otro lado, ya es común la grabación de los juicios y el uso de videoconferencias para los mismos.
Los pilares de la administración de justicia son la independencia, la imparcialidad, la accesibilidad, la transparencia, la eficiencia y la responsabilidad, y las nuevas tecnologías nos van a permitir mejorar su aplicación, pero también puede introducir riesgos que debemos tener en cuenta.
La integración de tecnologías de automatización e inteligencia artificial (IA) en el sistema judicial están influyendo y transformando el funcionamiento de la justicia para seguir aplicando estos pilares. Estas tecnologías no solo mejoran la eficiencia y accesibilidad, sino que también plantean desafíos y retos significativos relacionados con la independencia, la imparcialidad, la transparencia y la responsabilidad.
La irrupción de la inteligencia artificial generativa está sacudiendo los cimientos de muchos sectores y el de la justicia no queda exento. La IA ya se está empleando como apoyo para la redacción de sentencias judiciales (software Prometea). Sin embargo, requieren de una supervisión ya que la programación y el diseño de estos sistemas pueden introducir sesgos inadvertidos que afecten a la independencia e imparcialidad de la justicia.
Otra aplicación de la IA es en el análisis de grandes volúmenes de documentación para extraer información relevante, lo que ahorra tiempo y reduce errores humanos. Además, no solo permite una mejor clasificación de la información de cara a su gestión posterior, sino que posibilita consultar base de datos de sentencias y jurisprudencia que podría ser aplicables en cada caso concreto. Sin embargo, el procesamiento y análisis de estos documentos por parte de la una IA, debe tener un método de auditoria para evitar que la “caja negra” que en muchas veces son los algoritmos, y así evitar que generen informaciones erróneas o sesgadas. No olvidemos el principio de responsabilidad de quien toma una decisión judicial, no importa de donde venga la información, el análisis o las recomendaciones, la responsabilidad recae en el tribunal que imparte justicia.
Otra de las labores de la justicia es la comunicación de las sentencias a los implicados y generar notas de prensa para los medios. Aquí es donde la IA puede proporcionar una ayuda relevante para compartir el resultado de una sentencia en un lenguaje comprensible para los ciudadanos.
Los bufetes de abogados y departamento legales
También, la automatización y la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo la gestión tradicional en los bufetes de abogados, introduciendo eficiencias operativas y nuevas capacidades en la práctica del derecho.
La primera acción es la aplicación de la automatización a todos los procesos administrativos de la gestión de un bufete de abogados como es la gestión financiera, impuestos, etc como en cualquier otra empresa. Sin embargo, ya existen sistemas que permiten analizar la información de los casos, clasificarlos para la asignación al abogado más indicado en función de la categoría del caso y de su carga de trabajo, e incluso de planificar la cita con el cliente. Esto supone un gran ahorro en tareas administrativas.
Como hemos visto antes, el análisis de la documentación de los casos supone una gran reducción en los plazos y costes respecto a la revisión manual. Esto incluye, por ejemplo, la automatización en la recopilación y análisis de precedentes judiciales, la elaboración de borradores iniciales para documentos legales, y la rápida identificación de legislación aplicable en situaciones concretas.
Otra de las ventajas que proporciona la IA es la predicción de litigios analizando la información del caso, la jurisprudencia y el resultado de juicios similares. La habilidad de la inteligencia artificial para manejar y examinar enormes conjuntos de datos puede descubrir patrones y percepciones que antes permanecían ocultos, proporcionando una ventaja sin igual en la planificación de casos y en la formulación de estrategias legales. Estas aplicaciones de la IA no solo incrementan la eficiencia de los procesos, sino que también elevan la precisión del trabajo, minimizando el riesgo de errores humanos en actividades rutinarias. No obstante, es crucial entender que esto no sustituye el discernimiento legal de los abogados, de momento. Es importante no equiparar la capacidad de la IA para procesar grandes volúmenes de información con el razonamiento humano o, aún menos, con la experiencia acumulada por los abogados en su práctica legal.
Otros de los aspectos en los que la IA generativa influye es en la gestión de la comunicación con otros departamentos corporativos. Los departamentos jurídicos de la empresa pueden, empleando IA, traducir términos jurídicos complejos y ofrecer resúmenes normativos claros al resto de la empresa. La IA mejora la colaboración y garantiza que todos los departamentos de la empresa entiendan los elementos clave para la toma de decisiones críticas relacionadas con su modelo de negocio.
La IA generativa puede suministrar asesoramiento y recomendaciones legales en tiempo real, permitiendo a los abogados proporcionar una guía más rápida y precisa. También es posible identificar y atenuar posibles riesgos legales en la empresa. Nos permite anticipar retos legales, así los abogados pueden implementar acciones preventivas para proteger los intereses de la empresa. Esto refuerza su función como consejeros y asesores legales, al ofrecer datos fundamentales que respaldan las decisiones que puedan tomar sus clientes.
La automatización y la inteligencia artificial están revolucionando la forma en que los jueces y abogados gestionan sus casos, interactúan con los clientes y desarrollan sus estrategias. A pesar de los numerosos beneficios, existen riesgos relacionados con la ética, la fiabilidad, la transparencia y la imparcialidad. ¿Veremos un futuro distópico con una justicia administrada por IA? ¿existirán los “legalbots” que proporcionarán asesoramiento jurídico empleando IA?
Y para muestra un botón. Mientras redactaba este articulo tuve la necesidad de revisar un contrato de servicios para un cliente. Para ello dispongo de un servicio de asesoramiento legal, además de mi propia experiencia de muchos años de asesorar clientes en este ámbito. No obstante, además de delegarlo en la asesoría legal, lo pase por una IA para identificar los párrafos que pudieran ser lesivos para nuestra empresa. No contento con eso, le pedí que redactara esos párrafos, evitando que fueran perjudiciales para nosotros. Y..Bingo!, coincidió con todos los identificados con nuestra asesoría legal y con una redacción que incidía en los mismos puntos. Ha sido solo un ejemplo, pero que no nos abre los ojos hacia donde puede encaminarse el sector legal.
Autor: Marcos Navarro Alcaraz (Info)
Experto en Automatización de procesos
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